El manto de nieve impone condiciones muy especiales a las actividades realizadas en la montaña básicamente por dos motivos: la dificultad de progresión y la posibilidad de verse implicado en un accidente por aludes. Es por ello que debemos utilizar raquetas de nieve o esquís para no hundirnos, preparar bien la salida, llevar un DVA (Detector de Víctimas por Alud, también conocido como "arva"), tener la formación adecuada,... No es lo mismo ir a la montaña en invierno que hacer una salida en verano, temporada en la que mucha gente se atreve a hacer montaña por primera vez. En esta serie de cinco artículos que hoy inauguramos os hablaremos de los aludes. Os daremos algunos datos estadísticos relevantes, os explicaremos los tipos de nieve y de aludes que hay y por qué se producen y, finalmente, trataremos algunos aspectos que nos pueden ayudar a reducir el riesgo de vernos implicados en una avalancha.
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