Excursión al castillo del Montgrí y la reserva de las Dunas en la Costa Brava (Baix Empordà)

Ruta circular de casi 10 km de longitud que nos adentra en el macizo calcáreo del Montgrí. Salimos del núcleo de Torroella y subimos al collado de Santa Caterina, ascendemos hasta el monumental castillo del Montgrí, bajamos al collado d'en Garrigars y, a continuación, pasamos por la cima del Montplà. Abordamos a continuación la segunda parte de nuestro itinerario: bajamos al collado de Puig-roig, nos acercamos a la zona de picnic de la caseta de las Dunas y, un agradable camino por dentro de un bosque que ha crecido sobre una antigua duna continental, nos acerca al camino viejo de Torroella al Estartit. Finalmente, este camino local nos retorna al punto de inicio.

Haciendo de partición entre el Bajo y el Alto Ampurdán, el Montgrí es un macizo de relieve calcáreo declarado parque natural en 2010, junto con las islas Medas y el Baix Ter. Sus tres cumbres principales son el Montplà (311m), la Montaña del Montgrí (303m) y el Puig Rodó (308m). Esta ruta nos permitirá conocer este mirador privilegiado, disfrutando de vistas sensacionales del Ampurdán y de la Costa Brava, así como también de una interesante curiosidad geológica: una gran duna continental, cubierta de bosque mediterráneo, formada por la erosión eólica.

Track de la ruta

En algunos casos RUTES PIRINEUS ha manipulado los tracks para corregir problemas en la recepción de la señal GPS y su posterior grabación. En estos casos algunos tramos de la ruta del track son aproximados y han sido proyectados sobre el mapa.

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Más información

Llegamos a Torroella de Montgrí por las carreteras C-31 o GI-643 (que enlaza con la C-66 vía Rupià). Entramos a Torroella de Montgrí. Seguimos por el paseo de Catalunya hasta la plaza del Lledoner (rotonda). Tomamos la calle de Fátima y, cuando éste cruza con la calle de Santa Caterina, hemos llegado al punto de inicio, la calle Camí de les Dunes.

Consulta los alojamientos, restaurantes, museos, pequeños artesanos,... recomendados cercanos a esta ruta: establecimientos cercanos.

Las rutas pueden variar mucho en función de la época del año, de la nieve y de las condiciones meteorológicas. La señalización (marcas, paneles, balizas) que podemos encontrar a lo largo de la ruta también puede variar con el tiempo. RUTES PIRINEUS no se responsabiliza de cualquier mal uso de sus guías y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la montaña. Igualmente, os invitamos a documentaros con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. Todos los tiempos son efectivos y toman un carácter orientativo, no se han tenido en cuenta las paradas por pequeñas que sean. Para cualquier sugerencia, RUTES PIRINEUS os invita a enviar un correo a info@rutespirineus.cat.

¿Qué más podemos visitar?

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  Actividades náuticas y de naturaleza en el Estartit y las Islas Medas

  En el Estartit encontraremos un amplio abanico de posibilidades a la hora de escoger las actividades náuticas que más nos gusten. Actividades individuales o en familia, desde kayak, pasando por kitesurf o vela. Y no nos olvidemos del submarinismo, ya que el Estartit es el paraíso de los amantes de este deporte.

  Coordenadas GPS: 42.053434º 3.200025º

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  Museo de la Mediterrània - Can Quintana

  El Museo de la Mediterrània es un espacio donde disfrutar de una experiencia participativa, tanto para mayores como para pequeños. El Museo invita a oler los aromas del Mediterráneo, escuchar sus sonidos y músicas, tocar la historia y disfrutar de un audiovisual panorámico que nos acerca a la realidad mediterránea actual. Más info en www.museudelamediterrania.cat

  Coordenadas GPS: 42.041156º 3.124533º

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  Ruinas griegas y romanas de Ampurias

  Ampurias ha sido una importante puerta de entrada de la cultura griega y romana a la Península Ibérica. Es un yacimiento excepcional, donde conviven los restos de una ciudad griega (Emporion) con las de una ciudad romana (Emporiae), creada a inicios del siglo I aC sobre las estructuras de un campamento militar romano. Más info en www.mac.cat/Seus/Empuries

  Coordenadas GPS: 42.134575º 3.120453º

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  La cerámica de la Bisbal

  La Bisbal de Ampurdán es hoy uno de los centros cerámicos líderes de Cataluña. La cerámica es y ha sido una de las principales actividades económicas de la población, al menos desde el siglo XVIII (la primera noticia documental que da razón del oficio de alfarero en la Bisbal es del 1511).

  Coordenadas GPS: 41.958648º 3.039789º

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Recorrido

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Comenzamos nuestra ruta justo desde el inicio de la calle Camí de les Dunes (0:00h - 35m). Detrás de los edificios ya se ve la montaña del Montgrí, hacia donde dirigimos nuestros pasos. Salimos a la calle de Santa Margarita y seguimos hacia arriba, cruzando la Ronda de Pau Casals y dejando definitivamente el asfalto. Iniciamos aquí el camino de Santa Caterina, flanqueando unos campos de olivos y haciendo lazadas, ganando altura progresivamente y situándonos bajo los peñascos calcáreos de la montaña de Torroella. 

La iglesia de Sant Genís en Torroella.

Si nos fijamos, pasamos por un canchal donde podemos ver una fisura en la roca: es el Cau del Duc de Torroella, una cueva aprovechada desde antaño para resguardar el ganado y captar el agua de la lluvia (hay una cisterna natural). Cabe destacar que el macizo del Montgrí tiene un karst suficientemente desarrollado, que ha formado cuevas y simas. Seguimos por el camino principal y pronto vemos la primera de las tres capillas del camino de la ermita de Santa Caterina. Pasamos un torrente seco y pronto dejamos atrás la segunda capilla. En este tramo se aprecia muy bien el antiguo empedrado de este camino de herradura. Un esfuerzo más y, después de pasar la tercera capilla, alcanzamos el collado de Santa Caterina, donde encontramos una cruz de hierro. Las vistas al recóndito valle de Santa Caterina hacen de buen ver, imaginando la paz que buscaban los monjes benedictinos que se establecieron desde el siglo XIV. 

Segunda y tercera capilla en el Camino Viejo de Santa Caterina.

Collado y cruz de Santa Caterina.

Continuamos hacia la derecha, en dirección SE, encarando la falda suroccidental de la montaña, haciendo lazadas mientras percibimos como la montaña caliza, muy pedregosa y castigada por la tramontana, no acepta muchas florituras forestales. La garriga es el ecosistema principal y área de cría de rapaces, como el aguilucho cenizo (Cyrcuspygargus) o el águila perdicera (Hieraatusfasciatus). 

Torre circular suroeste y muralla del castillo del Montgrí. Se aprecian las almenas, las aspilleras y el matacán.

Pasamos junto a una de las antiguas canteras del castillo y a continuación alcanzamos la cima del majestuoso castillo del Montgrí (0:45h - 303m). Inspirado en los castillos templarios de planta cuadrada y torres circulares que se habían construido en Tierra Santa, comenzó a edificarse en 1294 bajo las órdenes del rey Ferran II para controlar a su rival Ponç V, conde de Ampúrias. En 1302, sin embargo, se detuvieron las obras debido al debilitamiento del condado de Ampúrias frente al de Barcelona. Se recomienda entrar al interior de este imponente bastión defensivo y admirar sus murallas. En la torre NO hay una puerta que, mediante una escalera de caracol, sube hasta el camino de ronda que bordea el castillo. Si el día es claro, las vistas desde arriba son para recordar toda la vida, tomando conciencia de que el Montgrí hace de separación natural entre el Alto y el Bajo Ampunrdán, con el último tramo del río Ter antes de llegar a su desembocadura, la Gola del Ter, emplazada en la playa de Pals. 

La llanura aluvial del Ter, el Estartit y las islas Medas.

El castillo del Montgrí visto desde el SE.

Vistas del golfo de Roses y la Escala entre dos almenas, desde el camino de ronda del castillo.

La ermita de Santa Caterina vista desde el castillo.

Macizo del Montgrí, montaña de Montgó con la torre, golfo de Roses y cabo de Norfeu.

Antigua cisterna del inacabado castillo del Montgrí.

Vistas desde la torre SE del castillo: patio de armas, camino de ronda y torre NO.

Llanura aluvial del Ter con el macizo de las Gavarres en último término.

Almenas del ala S del castillo.

Vistas al Puig Rodó (308m) desde el castillo.

Seguimos nuestro camino bordeando el lado oriental de la fortaleza y desplazándonos hacia el norte, observando atentamente las marcas blancas y rojas de GR (en este caso GR 92, sendero del Mediterráneo). 

La lechetrezna arborea (Euphorbia dendroides) es una planta bastante habitual en el macizo del Montgrí.

Bajamos con mucha precaución hasta el collado de Garrigars (215m) y encaramos la subida sostenida hasta el Montplà (311m), imperceptible cima digna de su nombre, rodeada de matorrales. 

Senderistas dirigiéndose al castillo del Montgrí, desde el Montplà.

Senderistas avanzando por el Montplà, antes de descender al collado de Garrigars.

El castillo del Montgrí visto desde las proximidades del Montplà.

Vistas a la llanura aluvial del Ter y la montaña de Begur desde el collado de Garrigars.

Vistas al valle de Santa Caterina desde el collado de Garrigars.

Continuamos siguiendo las marcas del GR 92 y pasamos junto a una caseta de vigilancia de los bomberos (1:30h - 299m), un poco deteriorada por el tiempo y el viento. Seguimos cresta abajo, dejando a la derecha el GR, alcanzando la cima del Puig Rodó (267m) y bajando hasta el collado de Puig Roig (241m), donde confluyen cuatro caminos (uno de ellos baja rápidamente hasta la próxima ermita de Santa Caterina). Nosotros seguimos el sendero que desciende por el barranco del Mas Reguinell, construcción que dejamos atrás al otro lado del barranco. Más abajo flanqueamos el contrafuerte oriental del Puig Rodó y un torrente seco y pronto llegamos al collado de las Sorres (2:00h - 130m), explanada arbolada donde encontramos el área de picnic de la Caseta de las Dunas (fuente y panel informativo).

Entramos en el bosque, caminando sobre una gran duna continental formada durante siglos por la erosión de las arenas de la playa del golfo de Roses. Hoy en día, sin embargo, es un magnífico bosque mediterráneo formado por pino piñonero, pino carrasco y pino marítimo con sotobosque de lentisco, laurel, brezo y algunos helechos. Coincidimos unos metros más con el GR 92 pero pronto lo dejamos para desviarnos a hacia la derecha, en dirección SE, por un sendero que hace atajo siguiendo la loma de la duna, por encima del Mas Julià y de la Huerta de Reixac. Aterrizamos en la llanura y cuando el camino llega a las primeras casas de la urbanización Las Dunas, punto donde coincidimos con el Camino Viejo de Torroella al Estartit (2:20h - 16m). Giramos a la derecha siguiendo las indicaciones hacia Torroella, bordeando la Torre Quintaneta, el Karting del Estartit y avanzando cerca de la carretera GI-641. El camino recorre un polígono industrial, pasa junto al Mas Déu y llega a las primeras casas de Torroella. Seguimos la calle Doctor Pericot, la calle de Fátima y llegamos finalmente a la calle Camino de las Dunas (4:00h - 35m), punto donde hemos empezado esta bellísima excursión.

CONDE MEDIEVAL SANCIONADO POR CATÁSTROFE ECOLÓGICA

Durante siglos el viento de tramontana fue levantando las arenas de las playas del golfo de Roses desplazándolas hacia el sur, colisionando con el macizo del Montgrí y sobrepasándolo para acabar apilándose en su cara sur, formando una gran duna de carácter continental. Este hecho acabó amenazando la vida y la economía local, ya que huertos y casas se vieron cubiertos por el arenal. A finales del siglo XIX se llevó a cabo el proyecto del ingeniero Primitiu Artigas, mediante el cual las arenas de las dunas quedaron fijadas plantando gramíneas que más tarde permitieron la posterior plantación de pinos jóvenes (pino piñonero, pino blanco y pino marítimo). Este bosque se fue desarrollando y hoy en día es un refugio de pájaros y pequeños mamíferos. Pero la duna, más que verla, nos la tenemos que imaginar. El historiador Pella y Forgas atribuye la formación de esta duna al desvío del río Ter que el conde ampurdanés Ponç Hug mandó hacer el año 1302. Antiguamente este río desembocaba al norte de la Escala, en la playa de la Fuente o del Rec, y su curso constituía una barrera insalvable para el avance de las dunas, ya que el río arrastraba al mar todas las arenas que transportaba el viento. Al desaparecer esta barrera natural, el viento pudo transportar las arenas hacia el sur, traspasando el macizo del Montgrí y alterando así el medio. Este impacto ecológico en forma de modificación del curso natural del río Ter le costó a Ponç Hug un memorial de agravios que está documentado en el archivo de la Corona de Aragón.

 

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