El molino de Brotons y el salto de agua de la Tosca en el valle de Marfà desde la Fàbrega

Ruta circular de unos 10 km de longitud y 275 m de desnivel que comienza en el puente de la Fàbrega y, en su primer tramo, desciende el valle del torrente de la Fàbrega -con sus bonitos meandros- por una cómoda pista que transcurre por su orilla izquierda. Una vez pasamos la masía abandonada del Saiolic, enlazamos con un sendero que nos acerca hasta el molino de Brotons y el salto de agua de la Tosca, que dibujan una estampa de postal. A continuación, cruzamos la riera de Marfà y nos dirigimos hasta la ermita de la Mare de Déu de la Tosca y el molino de Marfà. Hacemos la vuelta por el camino de la riera de Castellnou, que esconde una pequeña garganta -la poza Estrecha o Gorg Estret- y, finalmente, volvemos a situarnos junto al torrente de la Fàbrega que, ahora, remontamos por su lado derecho orográfico.

El itinerario que os proponemos nos descubre el bonito valle de Marfà -situado en la meseta del Moyanés, en catalán y oficialmente Moianès- y los diversos atractivos naturales e históricos que esconde: las pozas de la Tosca y la poza Estrecha; los molinos de la Fàbrega, de Brotons y de Marfà; la ermita de la Mare de Déu de la Tosca; varias masías abandonadas... Durante la ruta, visitamos rincones de gran belleza donde el agua es protagonista, pero también descubrimos cómo el hombre ha aprovechado este recurso natural durante siglos y ha modelado el entorno para convivir con él.

Track de la ruta

En algunos casos RUTES PIRINEUS ha manipulado los tracks para corregir problemas en la recepción de la señal GPS y su posterior grabación. En estos casos algunos tramos de la ruta del track son aproximados y han sido proyectados sobre el mapa.

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Más información

El punto de inicio de la ruta, el puente de la Fàbrega, se encuentra situado junto a la carretera C-59 que une las poblaciones de Moià (N) y Castellterçol (S). Avanzando por esta vía encontramos la salida señalizada de “La Fàbrega” a 6 km de Moià -si llegamos desde el N- y a 5 km de Castellterçol -si llegamos desde el S-. Una vez salimos de la carretera debemos situarnos en su lado occidental (O), donde hay una explanada donde podemos estacionar los vehículos.

Consulta los alojamientos, restaurantes, museos, pequeños artesanos,... recomendados cercanos a esta ruta: establecimientos cercanos.

Esta guía web y PDF gratuita ha sido publicada con el apoyo de la Diputació de Barcelona.

Las rutas pueden variar mucho en función de la época del año, de la nieve y de las condiciones meteorológicas. La señalización (marcas, paneles, balizas) que podemos encontrar a lo largo de la ruta también puede variar con el tiempo. RUTES PIRINEUS no se responsabiliza de cualquier mal uso de sus guías y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la montaña. Igualmente, os invitamos a documentaros con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. Todos los tiempos son efectivos y toman un carácter orientativo, no se han tenido en cuenta las paradas por pequeñas que sean. Para cualquier sugerencia, RUTES PIRINEUS os invita a enviar un correo a info@rutespirineus.cat.

Recorrido

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Empezamos la ruta en el (1) puente de la Fàbrega (0:00 h - 609 m), situado junto al molino de la Fàbrega. Este edificio, visible desde la carretera que une Castellterçol y Moià, funciona desde hace unos años como restaurante y es el primero de los tres molinos que encontraremos durante el itinerario. 

Pista inicial.

Poza junto a la pista.

Desde este punto tomamos la ancha pista de tierra que sale en dirección NO entre pinos y robles. Dejamos atrás algunas bifurcaciones a ambos lados del camino, nosotros nos mantenemos siempre por la pista que se dirige hacia la masía del Saiolic y el molino de Brotons. Encontramos la primera poza que, en función de las lluvias que haya habido, tendrá más o menos agua. Estamos resiguiendo los amplios meandros excavados por el torrente de la Fàbrega. 

Torrente de la Fàbrega en época seca.

En un meandro pronunciado que gira hacia la derecha encontramos tres ramales de camino, el primero que sale a la derecha y en dirección contraria será el que seguiremos a la vuelta, el del medio será por el que llegaremos luego y, ahora, tomamos el de más a la izquierda. Unos 130 m más adelante, cruzamos el torrente de la Fàbrega. A partir de aquí el camino va ascendiendo suavemente por la vertiente de la montaña. Avanzando siempre por la pista más ancha y, finalmente, llegamos a la (2) masía del Saiolic (0:50 h - 653 m). Este edificio de dos plantas y catalogado como elemento patrimonial está abandonado, pero conserva bien su estructura y el tejado. 

Masía del Saiolic.

Desde la masía, avanzamos unos 120 m por la pista en dirección O -bordeando un campo- y, a continuación, dejamos la pista y tomamos un sendero que sale a la derecha (N), a través de una zona vallada, y que pierde altura rápidamente. En este tramo debemos estar atentos a la orientación porque, en un momento dado, el sendero se desdibuja y nosotros debemos avanzar con tendencia a la izquierda (NO) hasta encontrar una pista. En este último tramo observamos, al fondo y sobre un pequeño acantilado, la ermita de Sant Pere de Marfà. 

Vistas a Sant Pere de Marfà.

Situados en la pista, la seguimos unos metros hasta encontrar un sendero con hitos que baja unos metros más hasta un punto donde ya divisamos el salto de la Tosca justo delante nuestro, con una esclusa que destaca enormemente. 

Salto y poza de la Tosca.

Debemos continuar bajando un poco más y, ya sin vistas al salto de la Tosca, llegamos a una bifurcación donde nosotros damos un giro muy marcado a la derecha (N) en dirección al molino de Brotons. Los últimos 50 m antes de llegar al agua son bastante emboscados, incluso podemos encontrar algún alambre, pero apartando un poco la vegetación llegamos a la cueva que aloja el (3) molino de Brotons (1:40 h - 543 m). ¡Este lugar impresiona mucho! De manera sorprendente nos encontramos con una construcción -un molino harinero- que aprovecha la protección de las paredes y, a la vez, la fuerza del agua. El molino ya aparece documentado en 1608 y estuvo plenamente operativo hasta 1863. Aquel año hubo una gran riada que hizo aumentar el caudal de la riera de forma repentina y arrastró aguas abajo a toda la familia del molinero, una tragedia que se llevó ocho vidas. El legado patrimonial que queda es digno de visitar, actualmente podemos entrar dentro de la construcción que conserva sus muros exteriores, alguna pared, el agujero que conectaba con la esclusa y algún trozo de muela. 

Hojas de otoño en el valle de Marfà.

Cueva que acoge el molino de Brotons.

Interior del molino de Brotons.

Poza de la riera de Marfà.

Pinzón vulgar.

Después de visitar el molino, debemos cruzar la riera, que en caso de que baje con mucha agua puede requerir que tengamos que descalzarnos o, incluso, en caso de crecida, que no la podamos cruzar. Desde el otro lado de la riera, si seguimos unos metros pegados a la pared, podemos disfrutar de una preciosa estampa del molino junto al salto de la Tosca que, además, se reflejan en el agua de la esclusa. 

Salto de la Tosca y molino de Brotons.

Ahora el camino continúa por esta vertiente de la riera que ha cambiado de nombre -de aquí hacia abajo es la riera de Marfà-. Reseguimos un tramo de la riera hacia el S y pronto llegamos a la (4) ermita de la Mare de Déu de la Tosca (1:50 h - 547 m), un edificio del siglo XVII ampliado y remodelado varias veces también y conocido como a Mare de Déu de la Llet o de la Cinta, que probablemente estaba asociado con la bonanza en la maternidad. La riera gira hacia la derecha (NO) y la continuamos resiguiendo hasta llegar al molino de Marfà, el tercer molino que descubrimos en esta ruta. En la riada de 1863 en la que murió toda la familia del molino de Brotons, la familia del molino de Marfà pudieron salvarse porque pudieron refugiarse a tiempo en el tejado del edificio.

Visitado este molino, deshacemos el camino hasta la ermita de la Mare de Déu de la Tosca y, desde este punto, tomamos un pequeño sendero a la izquierda (N) que hace atajo y rápidamente nos conduce hasta una pista, por donde regresaremos. Hay un par de tramitos más que podemos acortar, pero cuando la pista ya se orienta y en clara dirección N y pasa por encima del molino de Marfà (que nos queda abajo a la derecha), ya no debemos dejarla más. Continuamos avanzando y llegamos a un punto señalizado donde a la derecha sale un caminito que permite acercarnos hasta la (5) poza Estrecha (2:15 h - 550 m) -el Gorg Estret en catalán-, un rincón escondido de la riera de Castellnou, afluente del torrente de la Fàbrega, que a continuación seguiremos durante un rato. 

Poza del “Gorg Estret”.

Torrente de Fàbrega en época seca.

Cielo con cirrocúmulos.

Deshacemos el camino unos metros y enlazamos con un sendero que sube por la ladera de la montaña entre pinos y robles y rápidamente se orienta hacia el N. Vamos resiguiendo la riera de Castellnou bastantes metros por encima suyo. Poco a poco nos vamos alejando de la riera y acabamos desembocando en una pista, que pronto hace un giro a la derecha y se orienta hacia el SE. Descartamos varios desvíos manteniéndonos siempre en dirección SE hasta que llegamos a un punto conocido como la Escaleta dels Gats, donde encontramos unos escalones en la roca que nos ayudan a bajar y nos llevan hasta una canaleta de cemento que bordea el torrente de la Fàbrega y que nos conduce hasta la continuación del camino. Confluimos con una pista y vamos resiguiendo los meandros del torrente cogiendo siempre los desvíos que nos mantienen por su orilla derecha orográfica. Llegamos a la bifurcación de varios caminos que nos hemos encontrado en la ida y tomamos ahora la pista de la izquierda que pronto gana un poco de altura, pero que también nos muestra hermosas panorámicas del torrente. Prestando atención a los desvíos señalizados, vamos siguiendo el camino -tramos de pista y tramos de sendero- que nos devuelve al (1) puente de la Fàbrega (3:40 h - 609 m), donde hemos iniciado la ruta. 

Sendero final.

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